Este verano en las vacaciones familiares, hemos tenido la oportunidad de visitar la nueva sede de Hauser & Wirth en Menorca. Un centro de arte situado en la Illa del Rei, cerca del puerto de Mahón: complejo destinado a la conexión entre arte, naturaleza, educación y conservación, con un programa de exposiciones que combina artistas de primer orden y nuevos talentos. El antiguo hospital naval del siglo XVIII en el que se ubica, suponen 1.500 metros cuadrados que se reparten entre ocho galerías y un recorrido de esculturas al aire libre con obras de Louise Bourgeois, Eduardo Chillida, Joan Miró y Franz West.
La exposición inaugural es «Masses and Movements», del artista estadounidense Mark Bradford: una instalación de esculturas de globos terráqueos, una pintura mural site specific y un conjunto de nuevos lienzos basados en un mapa del mundo del siglo XVI en el que se cree que se utilizó por primera vez el nombre «América» de forma impresa. La muestra es el nuevo proyecto del artista, comprometido a colaborar para llevar la educación artística a las comunidades migrantes y que hace hincapié en la terrible crisis mundial de la inmigración. “Los mapas no son nunca neutrales –dice el artista– de algún modo los cartógrafos occidentales han decidido dónde situar a Europa, América y África”. Es precioso cómo se acerca a ellos desde la abstracción y crea composiciones hechas a base de la superposición de papeles –cómics, cartón, pedazos de periódicos, posters…– junto a muchas capas de pintura que después rasga para crear superficies en relieve, como estratos geológicos en los que se acumulan muchas historias.
El jardín, diseñado por Piet Oudolf bordea los edificios de la galería, con plantas autóctonas y propias del clima mediterráneo. La restauración de los edificios históricos ha sido dirigida por el arquitecto argentino afincado en París, Luis Laplace y con el fin de proteger el entorno natural, Hauser & Wirth Menorca se ha asociado con el Fondo de Preservación de Menorca para dar especial importancia a las medidas de sostenibilidad medioambiental, que incluyen la recogida de agua de lluvia y su reutilización para el riego y la eficiencia energética del complejo.
Un espacio espectacular, que a quince minutos del puerto de Mahón, supone para Menorca un centro de arte contemporáneo a nivel mundial, con la mirada puesta en el cuidado, la sensibilidad y la ecología.