Desde que coincidimos en su primera exposición, me declaré admiradora entusiasta del escultor Xavier Jansana. En su trabajo el material rey es la piedra, de la que el escultor consigue descubrir aquellas formas que originalmente esconde o sugiere. De esta forma, la búsqueda de esas piedras se convierte en una parte muy emocionante de su trabajo: mármoles, granitos, basaltos, calcáreas, alabastros… Como él mismo admite, “con la escultura han coincidido dos mundos que hasta hace poco viajaban paralelamente: la formación como geógrafo y la vocación por el arte, la búsqueda de la forma y la pasión por la geología.»
Sus obras, de formas orgánicas, recuerdan a las de la naturaleza. En ellas, la piedra se despoja de su dureza y adquiere formas suaves, sensuales y onduladas, que se curvan sobre sí mismas aportándoles una especial sensibilidad.
