Un verano más, hemos visitado el Palau de Casavells que, desde hace 15 años, alberga
la sede de Alzueta Gallery en el Empordà. A lo largo de este tiempo, la galería se ha ido
consolidando y a nosotros nos gusta repetir porque es un proyecto vivo, en constante
cambio y evolución.
Se trata de una especie de spin off (secuela) de la prestigiosa galería de arte
contemporáneo que el ex editor y marchante Miquel Alzueta fundó en la calle Séneca de
Barcelona, y de otras dos que tiene en la zona del Turó Park y en Madrid. El propósito de
todas ellas es acercar el arte contemporáneo al público general y dar a conocer a artistas
jóvenes, españoles y extranjeros. En el caso de Casavells, además, permite hacerlo con
mayor calma y silencio, ya que la galería está ubicada en una casa rural del siglo XVI.
Por ello, además de por el contenido, nos atrae el continente. Se trata de una masía, de
2.000 metros y ocho salas de exposiciones, que ha sido rehabilitada, restaurada y
realzada con un gusto exquisito. También, con un gran respeto por las técnicas
arquitectónicas de una época y zona campestre de Girona, y dignificando los materiales
constructivos. Esto hace que el mismo pavimento de algunas salas compita en belleza
con las pinturas expuestas en las paredes. De la misma manera, elementos decorativos
como las puertas, escalinatas, bóvedas y los muros de piedra complementan, a nuestro
modo de ver, el espacio expositivo.
Todo el conjunto revela el interés de Alzueta por la arquitectura, la simplicidad, la pureza
de líneas y el mueble de campo, en especial del s.XVIII que puede verse a lo largo del
recorrido. La visita propone diferentes itinerarios que culminan en la silenciosa buhardilla
pintada completamente de blanco y destinada a los poéticos móviles de bambú de
Laurent Martin “Lo”.
Este escultor con taller en el Alt Empordà es uno de los artistas de referencia del Palau de
Casavells como Claudia Valsells, Andrea Torres y Maru Quiñonero. Poder exponer en
este espacio expositivo durante los últimos veranos ha proyectado sus carreras de modo
que sus obras, habitualmente de gran formato, decoran casas y masías ampurdanesas. A
ellos se suman cada temporada nuevos artistas seleccionados con el criterio de Alzueta y
su equipo, lo que es una garantía para revisitar el Palau de Casavells, donde la tradición y
el arte contemporáneo dialogan a la perfección.