Estética japonesa, diseños etéreos, fibras vegetales, formas orgánicas, líneas limpias, sofisticación austera, simplicidad elegante, conjugar lo crudo con lo refinado y técnicas innovadoras que empujan a los materiales al límite de sus posibilidades. Éstos son algunos de los conceptos adjetivados que más hemos comentado durante nuestra reciente visita a Euroluce 2025, en el Salone del Mobile de Milán. Una edición en la que hemos sido testigos de cómo la luz se presenta como un elemento clave a la hora de aportar calma, bienestar físico y emocional en el hogar. Celebramos que se reconozca este rol a la luz, ya que en el estudio siempre hemos defendido su poder de influencia en la manera como nos sentimos, actuamos, relacionamos y relajamos en casa.
Time & Style ha vuelto a ser una de nuestras primeras visitas, con ganas de descubrir más sobre su exquisito gusto por los detalles. Nos gusta apreciar cómo consigue equilibrar con tanta armonía la herencia de una artesanía tradicional con la pureza del diseño moderno. Sus lámparas Amagumo y Spacecraft, de estructura tridimensional y formas futuristas, son dos ejemplos de la habilidad de aportar serenidad al ambiente. Lo consiguen con las delicadas técnicas de carpintería japonesa empleadas para crear sus estructuras y con la luz cálida y el brillo acogedor que difunden suavemente gracias al papel tradicional japonés Mino Washi. De esta firma también nos fijamos detenidamente en sus estanterías de madera maciza, con estructuras de rejilla minimalista que crean un telón de fondo rítmico y, a la vez, pausado.
Otra firma japonesa, Karimoku Case, sigue la misma línea de enfatizar la belleza serena dentro del estilo de vida contemporáneo, combinando la riqueza material con el atractivo atemporal. Nos encanta esta austeridad del lujo basado en las cosas bien hechas, en el back to basics o retorno a lo primario… Es la sobriedad exquisita con la que nosotros nos sentimos tan a gusto. También la encontramos en las sillas de Vergés creadas en colaboración con Normann Copenhage y que, una vez más, se definen por su confort, robustez y atemporalidad.
Fluyendo con esta misma estética, nos llamaron también la atención los biombos de cuerdas de Poliform. Funcionan tanto de forma autónoma como haciendo equipo con sus identitarias estanterías de madera, que juegan con destreza con los grosores, asimetrías y proporciones. Fiel a su coherencia estilística, Poliform apuesta una vez más por las formas orgánicas, redondas y voluptuosas, y los materiales naturales. Recurriendo también al uso de las fibras vegetales, la nueva colección de Bover ofrece una amplia paleta de luminaria ligera y decorativa, con Kando, Fanalet y, sobre todo, Yuyun y Mei de Joana Bover, en las que la estructura mecánica se esconde en el interior de la lámpara para dar protagonismo a la simplicidad formal.
Nos ha sorprendido la firma mexicana David Pompa, por la forma de trabajar las texturas y homenajear a la materia prima de sus creaciones con una materialoteca adjunta, con mármol travertino, vidrios, maderas, piedra de basalto… Por su iluminación innovadora, funcional y poética, Vibia nos ha convencido una vez más con su acertada colección de luminaria, que conjuga a la perfección iluminación técnica y decorativa. Su versatilidad ofrece mucho juego en techos y paredes, tanto en estructuras integradas en un sistema único como en apliques, y eso nos resulta muy inspirador.
Destacamos también la versión que Santa & Cole ha hecho con Cirio Pana, de Antoni Arola, con porcelana de Sargadelos y una textura acanalada que nos parece preciosa. También la delicada revisión de un clásico, la sensual lámpara de sobremesa M64 de Miguel Milá, y una nueva versión de Tekiò en un único módulo, que combina técnicas artesanales del papel japonés hecho a mano con la tecnología LED Warm to Dim. Una lámpara que, en sí misma, acoge las que consideramos que han sido las tres líneas maestras de Euroluce 2025: calidez lumínica para el bienestar, innovación tecnológica comprometida con la sostenibilidad y reverencia por los materiales.
