El arte siempre ha estado presente en mi vida y mi trabajo con especial protagonismo. Por eso, el broche de los proyectos es muchas veces incluir obras que dialogan con el espacio, el mobiliario y los objetos, que están pensadas para ese lugar, para ese cliente. Como en una especie de trabajo comisarial, pienso en artistas y piezas que compondrán un ambiente determinado, que armonizarán los hogares que diseñamos con tanto esmero. En uno de nuestros últimos proyectos, buscaba esa pareja de ases para el salón. Elegí la sofisticada luminaria 13º angolo de Viabizzuno. De estructura geométrica y vaciada al interior, su perfil ciego en aluminio de sección cuadrada ilumina hacia el interior difundiendo la luz a lo largo de todo el perímetro. Su delicadeza necesitaba una pieza que la dejara respirar, y que a la vez completara su volumen aprovechando la luz del interior. La escultura Tulip Crème Kintsugi de Carla Cascales era perfecta para llenar ese espacio de luz. Así queda enmarcada y convierte la lámpara en una elegante vitrina al aire.