Restauración

El Pritzker a las reformas honestas.

20 Marzo 2023

En el estudio hemos aplaudido la decisión de otorgar el Premio Pritzker de Arquitectura 2023 al británico David Chipperfield, uno de nuestros arquitectos, urbanistas y activistas de referencia. Nos gusta por “su arquitectura sutil, contenida y elegante”, tal como ha reconocido el veredicto del jurado que lo ha laureado con la máxima distinción de la Arquitectura. Pero, sobre todo, de sir David Chipperfield nosotros admiramos su capacidad para llevar a cabo reformas con el máximo respeto, sensibilidad y prudencia.

Eso es lo que más nos inspira de él, como estudio de Arquitectura y Diseño Interior que somos. Le reconocemos esa maestría por entender el encargo y respetarlo al máximo, dejando al margen cualquier afán de protagonismo. Ya lo demostró con la majestuosa reforma del Neues Museum, que le mereció Premio de Arquitectura Contemporánea de la UE Mies Van der Rohe en 2011, pero a nosotros la que más nos emociona es la reforma de la Neue Nationalgalerie, también en Berlín.

“Tan Mies como sea posible” fue el compromiso que Chipperfield adquirió, consigo mismo, ante el reto de restaurar la obra culmine de Mies van der Rohe y uno de los iconos de la Arquitectura del s. XX. Con este propósito dirigió unas obras de restauración que duraron seis años y que en ciertos momentos del proceso adquirieron carácter de intervención quirúrgica. Un ejemplo fue cuando tuvieron que intervenir en el interior de los dos enormes bloques de mármol de Tinos que actúan como soporte de la cubierta. Para evitar cualquier daño en este material tan valioso e identitario de Mies, previamente fueron inspeccionados con un detector de metales que señaló los anclajes de sujeción por donde era conveniente realizar la incisión.

El detallismo de la reforma se explica también con el hecho de que parte de la pintura negro grafito del exterior se aplicara minuciosamente con pincel. Igual de meticuloso fue proceso de desmontaje de más de 30.000 piezas, inventariadas, restauradas y recolocadas en su lugar y orientación original. Además, de restaurar los desperfectos y sustituir el material dañado tras medio siglo de actividad, la reforma fue integral en el sentido de que se aprovechó para actualizar los sistemas de seguridad, climatización, eficiencia energética y accesibilidad.

Del mismo modo se ha restaurado el mobiliario original de la Neue Nationalgalerie, inaugurada en 1968, y diseñado también por Mies van der Rohe como la silla Barcelona en versión butaca, reposapiés, banqueta y con la mesa de cristal a juego. La misma atención y delicadeza recibieron la madera de roble de los separadores y la cortina translúcida, cuya caída Mies estudió al milímetro para vestir con elegancia su arquitectura desnuda.

Esta sobriedad gestual de Mies también la ha demostrado Chipperfield, quién no ha dejado su huella en el edificio, entendiendo que se trataba de una restauración y no una creación propia. Sólo se ha permitido un cambio: dejar a la vista el artesonado de hormigón armado en el techo de la guardarropía y la tienda del museo. El motivo no fue dejar su rúbrica, sino mostrar la arquitectura original para nuestro deleite.