Mientras compartimos unos días de vacaciones familiares en Menorca -una isla con una inusual geodiversidad, Reserva Natural de la Biosfera y el paisaje emocional tanto de Adela como de Albert-, reflexionamos sobre la cantidad de ideas creativas que nos brinda la Naturaleza si nos paramos a observarla y a leer sus matices. Este verano en particular, y gracias a nuestra ubicación frente al mar, estamos siendo más conscientes que nunca de la asombrosa capacidad de armonizar formas y colores que tiene la Naturaleza. Una habilidad que en ella es orgánica, y no forzada ni artificiosa, y que va más allá de criterios estéticos porque a menudo responde a estrategias inteligentes como seducir a un polinizador o preservar la supervivencia de una especie mediante el camuflaje.
La Naturaleza nos regala un espectáculo diario y una masterclass continua sobre cómo combinar bien los colores, que va desde utilizar una infinita paleta cromática hasta regular las intensidades con pericia para que funcionen como un todo armónico. Lo vemos en los líquenes, esos bosques en miniatura con pigmentos de amarillo, gris, negro, verde olivo, blanco… En los siempre imprevisibles atardeceres anaranjados o en tonos pastel, cada día distintos y nunca disonantes. O en cómo funciona la combinación de elementos que nos descubre la marea baja, en forma de tapices matéricos de algas, moluscos, crustáceos y anémonas.
Debemos abrazar esta maestría de la Naturaleza de forma humilde y con mentalidad de aprendiz. Conjugar los colores con exquisitez siempre ha sido una prioridad en nuestros proyectos y le damos tanto valor a esta parte del proceso que diseñamos tonalidades propias y creamos alquimias, consciente o inconscientemente, gracias a lo percibido previamente en la Naturaleza.
Con esta actitud de dejarnos maravillar y aconsejar por la Naturaleza, de tomarla aún más como guía y consejera en cuanto a combinaciones que funcionan y emocionan, arrancaremos la próxima temporada el 27 de agosto. De esta forma el confort, que es una máxima en todos y cada uno de los proyectos de nuestro estudio, llevará implícita la Biofilia, esa sensación de bienestar que sentimos al estar en comunión con la Naturaleza.