La pasada semana volví al Salone Internazionale del Mobile de Milan para conocer de primera mano las tendencias en diseño de interiores. Imaginad lo que supone un recinto de 200.000 m2 de exposición, con más de 2.000 expositores y miles de productos haciendo su debut. Un lugar donde se cruzan diseñadores, arquitectos, interioristas, prensa… que hacen de este macroevento la referencia de este sector. Más adelante os explicaré las tendencias destacadas en materiales y mobiliario pero me hace especial ilusión empezar por compartir con vosotros las lámparas, objetos que siempre atraen especialmente mi atención. Este año en paralelo al Salone se celebraba también la bienal Euroluce, Feria Internacional de Iluminación, y mi inclinación por las lámparas se ha sentido satisfecha al ver las maravillosas creaciones y novedades de Davide Groppi, Vibia y mis queridos Santa & Cole, a los que sigo desde siempre y con los que me encanta colaborar.
A nivel técnico la evolución del LED avanza a pasos agigantados y la luz que en su día nos parecía de extrema frialdad e impersonalidad, a día de hoy ya se parece cada vez más a la iluminación halógena e incandescente. En lo estético, las líneas de las lámparas se depuran y las bombillas cobran especial protagonismo. La nitidez y sutileza de los espacios se construyen a partir de novedades funcionales como lámparas imán que pueden presidir una mesa, ecosistemas luminosos que construyen espacios o cortinas de screen iluminadas para separar ambientes.
Los que me conocéis sabéis también que soy fan de las lámparas. Visitándolos en su stand, descubrí que han ampliado la familia de la Cesta de Miguel Milà, con la reedición de su versión de estructura de acero inoxidable y asa de cuero, diseñada en 1962, y también el aplique. Además, organizaron la actividad Sketchtime que consistía en esbozar dibujos de sus lámparas, una iniciativa divertida y muy interesante.