Convertir esta segunda residencia en un espacio que respirar el aire de la Isla de la Calma.
Solución
Predominio absoluto del blanco, combinado con maderas claras y grandes ventales al exterior que acercan el paisaje al interior de la vivienda, llenándola de silencio y tranquilidad. Los detalles de tema marino, la piedra de marés y el ocre de la fachada del jardín, tan típicos de la isla, acaban de aportar calidez y la referencia al contexto menorquín.