Durante el tiempo que estuve en Londres pude hacer una pequeña lista de restaurantes interesantes y con algo nuevo o diferente que aportar, tanto por su diseño como por su oferta gastronómica. Empezamos por Christopher’s, un martini bar en la planta principal, un restaurante en la primera y un club privado para eventos en su último piso. Desde 1991, es reconocido como uno de los primeros restaurantes americanos de la capital británica, con amplios espacios y decoración que evocan el glamour de la época moderna americana. Situado en un edificio histórico de Covent Garden que funcionó como fábrica de papel maché, cuenta con una amplia carta de comidas y bebidas tradicionales con un toque contemporáneo.
Otro lugar interesante es The Summerhouse, situado en el canal de Grand Union. Ya lo dicen los propios camareros: no pueden hacer nada por el tiempo, pero sí brindarte la sensación de vacaciones cuando te sientas a comer con vistas al agua y disfrutas de las mejores ensaladas y chips & fish de la zona. A pesar del estilo veraniego que profesan, abren durante todo el año.
Una gran brasería situada en pleno centro y especializada en cocina británica con un twist también llamó mi atención. En el restaurante Holborn Dining Room se come de temporada y local, con un ápice de creatividad que siempre es de agradecer. Su decoración combina la madera de roble con espejos antiguos, o el cobre también de época de sus barras con los cueros rojos de las banquetas, más un detalle de tweed para tener bien presente la cultura que nos envuelve. Para tomar, una pinta y una hamburguesa o una selección de marisco, charcutería y vino para no complicarse mucho la vida. Su especialidad, una bebida tan inglesa como el gintonic: con más de 500 tipos de ginebras y 30 tónicas distintas.
Para acabar, Eneko at One Aldwych, la maestría de un vasco que ha conseguido hacerse un hueco en la altísima cocina. Eneko Atxa ha llevado la moderna cocina vasca al ambiente vibrante de Covent Garden. Su interpretación de lo tradicional, su precisión y su pasión por los ingredientes de alta calidad, han llevado a este chef a crear en un ambiente relajado e informal, la secuela de su restaurante Azurmendi en Vizcaya, considerado uno de los mejores 50 del mundo y que ostenta tres estrellas Michelin.